En un mundo cada vez más interconectado, las cadenas de suministro se han convertido en el corazón operativo de las empresas. Sin embargo, esta interdependencia también las hace vulnerables a ataques silenciosos pero devastadores. Uno de los más peligrosos es el tampering, o manipulación maliciosa de productos y componentes. Detectarlo a tiempo puede marcar la diferencia entre la continuidad del negocio y una crisis reputacional o financiera.
El tampering consiste en la alteración intencionada de productos, componentes o procesos dentro de la cadena de suministro. Puede ser ejecutado por empleados descontentos, competidores, actores maliciosos o incluso por terceros contratados.
Las consecuencias incluyen:
Detectar un ataque de tampering requiere atención a señales sutiles:
Aunque aún poco extendido, el seguro de interrupción contingente es vital para cubrir pérdidas derivadas de ataques en la cadena de suministro. El mercado global de CBI está valorado en solo 2.45 mil millones de dólares, muy por debajo de otros sectores, lo que revela una gran oportunidad de expansión.
El tampering y otros ataques en la cadena de suministro no son solo amenazas técnicas, sino estratégicas. La prevención, la detección temprana y una respuesta coordinada son esenciales para proteger la continuidad del negocio. Invertir en resiliencia no es un gasto, es una ventaja competitiva.