Los precios de los seguros llevan meses bajando poco a poco después de haber alcanzado niveles históricamente elevados en los últimos años. Sin embargo, es probable que muchos de los cambios estructurales implementados durante el mercado duro hayan llegado para quedarse, ya que las aseguradoras siguen absorbiendo la mayor parte de las pérdidas de las empresas, que operan en un escenario de riesgos cada vez más complejo.
Las catástrofes naturales, alimentadas por el cambio climático, las guerras cada vez más intensas, la escasez de materias primas, la escalada de precios, la inestabilidad financiera o los cambios en un orden mundial cada vez más fragmentado sitúan a empresas y aseguradoras en un entorno de alto riesgo persistente, con potencial para intensificarse aún más. Pero ¿cuáles son los riesgos principales a los que las empresas españolas tienen que hacer frente en 2025?
El informe sobre la situación del mercado asegurador a julio de 2025, elaborado por WTW, recoge entre otros los datos del barómetro de riesgos de Allianz Commercial. Según este, los principales riesgos para las empresas españolas en 2025 son:
Por primera vez, los riesgos asociados a incendios (fuego y explosiones) y a catástrofes naturales ocupan los dos primeros puestos de esta clasificación. Además, los cambios regulatorios siguen teniendo un lugar destacado entre las preocupaciones de las empresas españolas, englobando aspectos como el aumento del proteccionismo y los requisitos relacionados con la sostenibilidad. Por último, el cambio climático vuelve a ocupar un puesto relevante, en particular, como causa de fondo de las catástrofes naturales que en los últimos años han generado un impacto económico significativo.
Los resultados de este año reflejan una creciente interconexión entre los principales riesgos, como el cambio climático, las tecnologías emergentes y las tensiones geopolíticas. Para mitigar estos desafíos, las empresas necesitan adoptar un enfoque integral de gestión de riesgos y fortalecer su resiliencia. La atención debe centrarse en la prevención y en la mitigación a través de la colaboración entre gobiernos, aseguradoras y comunidades. Hacer hincapié en la tecnología para la evaluación de riesgos y la participación de la comunidad es esencial para mejorar la resiliencia y hacer frente a impactos más amplios.
Los riesgos para el sector de los seguros se han mantenido estables en lo que va de año, de acuerdo con el regulador europeo de seguros y fondos de pensiones (EIOPA, por sus siglas en inglés). Además, los ratios de pérdidas han bajado ligeramente, lo que indica una gestión efectiva de los riesgos de seguros. Sin embargo, algunos de los riesgos que afectan a las aseguradoras merecen un análisis algo más detallado:
Si 2024 es recordado por la escalada de conflictos, los cambios políticos y las divergencias económicas, 2025 se perfila como un año marcado por la aplicación de nuevas políticas arancelarias y la aparición de nuevos ciclos geopolíticos y económicos. En este sentido, seguirá siendo clave encontrar soluciones innovadoras de transferencia de riesgos para sostener la evolución y el crecimiento del mercado y abordar las brechas de protección.
Pero el comienzo de un nuevo ciclo ofrece también oportunidades a las aseguradoras que buscan nuevos negocios. En un mundo más volátil, los clientes demandan mayor protección en todos los ámbitos, desde la ciberseguridad hasta las energías renovables. Un mayor énfasis en la innovación, la colaboración y la escucha de las necesidades del cliente supondrá un beneficio mutuo tanto para los clientes como para la sociedad y las aseguradoras.