94 200 millones de dólares. Ese fue el coste asociado a los desastres climáticos y a los eventos meteorológicos extremos en Estados Unidos en 2023, según datos de la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). Ni siquiera fue un año particularmente negativo: en 2022 se produjeron daños por valor de 180 000 millones de dólares y el récord lo tiene, por ahora, 2017, con 392 000 millones. Estos costes incluyen los impactos en infraestructuras o en explotaciones agrícolas, pero, sobre todo, daños en edificios. Los eventos de mayor impacto fueron huracanes, inundaciones e incendios, todos ellos fenómenos naturales potenciados por el cambio climático.
Además de los impactos directos sobre sus activos, las empresas del sector inmobiliario se enfrentan a otras fuentes de riesgos relacionados con el clima, como los asociados a la transición hacia una economía baja en emisiones de gases de efecto invernadero. Las presiones de los agentes reguladores y las entidades financieras sobre los propietarios para que avancen en la descarbonización de sus activos y mejoren su eficiencia es cada vez mayor y no dejará de aumentar en los próximos años.
A todo esto, hay que sumarle un escenario de riesgos cada vez más complejo, marcado por la inestabilidad geopolítica y las turbulencias económicas. ¿Qué pueden hacer los gestores de real estate para limitar la exposición y maximizar la protección de sus activos durante 2024?
El equipo de expertos de WTW recomienda reforzar la gestión de los riesgos en el sector inmobiliario a través de tres grandes frentes: minimizar los riesgos, optimizar las coberturas del programa de seguros e integrar las herramientas de diagnóstico climático en el proceso.
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Gestionar los riesgos físicos que provoca el cambio climático, como las inundaciones, los incendios forestales y los huracanes cada vez más intensos, pasa por entender en profundidad qué riesgos tienen más probabilidades de afectar al negocio, los socios, los clientes y otros stakeholders y a la cadena de suministro. La herramienta Climate Diagnostic de WTW permite integrar el diagnóstico climático en la gestión de riesgos de la empresa, generando informes climáticos con una visión analítica de las exposiciones al riesgo físico de los activos de la organización.
Esta información es especialmente importante porque los edificios pueden estar expuestos a lo largo de toda su vida útil a escenarios climáticos que en un futuro sean, probablemente, más extremos, atendiendo a las predicciones de los principales paneles científicos. Son muchos los clientes de WTW que ya utilizan Climate Diagnostic para detectar posibles exposiciones climáticas futuras, incluyendo aquellas de posibles nuevas adquisiciones, y han incorporado esta práctica al desarrollo de su negocio y al análisis de las inversiones futuras.
Cada vez más empresas de real state apuestan por la innovación para construir carteras de activos más eficientes y rentables. Muchas han entendido también las oportunidades de la sostenibilidad y la transición hacia una economía baja en emisiones, a pesar del desafiante contexto económico global. Gestionar los riesgos en este escenario complejo requiere contar con el apoyo de equipos expertos, como los de WTW, para identificar, evaluar y cuantificar las exposiciones del negocio y garantizar la mejor protección.