La industria minera se ha convertido en los últimos años en un pilar central en la economía de sostenibilidad a nivel mundial. Esto es debido a que, en el caso concreto de la minería metálica, está jugando un papel clave en la transición hacia un futuro sostenible, como proveedora de los materiales esenciales para la fabricación de las tecnologías limpias.
A su vez, el sector lleva trabajando años para transformarse a sí mismo, reduciendo su impacto medioambiental y su interacción con el entorno, así como adaptándose a los criterios de sostenibilidad y adecuación ambiental que la legislación occidental requiere. En esta transición, los mercados aseguradores tienen un rol importante como facilitadores de innovación, minimizadores de los riesgos derivados de aplicar los cambios necesarios en la industria y de obtención de soluciones aseguradoras clave para poder desempeñar su actividad. Pero, ¿en qué situación se encuentran los propios mercados?
La lucha contra el cambio climático y la necesidad de avanzar en la descarbonización de la actividad minera son cuestiones que el sector no puede posponer. Las demandas de los diferentes stakeholders y las presiones de los reguladores, así como las propias exposiciones climáticas a las que se enfrenta la industria, hacen que las empresas mineras estén aumentando sus esfuerzos para ser más resilientes ante los riesgos climáticos, tanto de transición como físicos (las catástrofes naturales son cada vez más habituales y costosas en algunas partes del planeta).
Sin embargo, los riesgos climáticos no son los únicos a los que se enfrenta el sector. Tal como analizamos en este artículo previo, existen otros riesgos emergentes, como el uso de las nuevas tecnologías, los cambios en la demanda de los minerales críticos o las presiones geopolíticas, que no pueden incorporarse en un marco de riesgo estándar. Así, según señalan nuestros analistas en el informe "Balancing sustainability and competition in a dynamic environment", las empresas mineras mejor preparadas para el futuro son las que están explorando nuevas formas de identificar y abordar estas exposiciones cambiantes.
La rentabilidad que el mercado asegurador de la minería había experimentado los últimos años desapareció en 2023 por causa, en gran parte, de una serie de eventos de pérdidas significativos. Dentro del mercado específico de los activos físicos y de las propiedades de la industria, el año pasado también se registraron multitud de pérdidas menores, lo que hizo que tanto las aseguradoras como las reaseguradoras cambiasen de enfoque y pasasen a centrarse en el análisis de nuevas exposiciones más específicas (como la integridad de las estructuras o la estabilidad geotécnica de algunas infraestructuras).
Sin embargo, en líneas generales, el mercado ha incrementado su resiliencia frente a los imprevistos, lo que ha resultado en una relación más sostenible y rentable con las organizaciones del sector. Esto también ha provocado que, a pesar de las pérdidas de 2023 y gracias a las presiones competitivas entre aseguradoras y reaseguradoras, las primas y la capacidad disponibles estén en una situación de estabilidad (con precios incluso ligeramente a la baja en el mercado de las propiedades).
Si bien es cierto que durante varios años el apetito en la minería metálica ha sido escaso en el mercado español y europeo debido al papel cada vez más estratégico de esta actividad en el devenir del futuro de transición energética, se está incrementando el interés y la especialización en la suscripción de estos riesgos. Esto se está haciendo mediante la implementación de soluciones de aseguramiento, cada vez más especializadas, que pasan por el papel clave de la ingeniería de suscripción para cada uno de los ramos a suscribir.
Desde WTW, conocida esta necesidad, hemos implementado un grupo de trabajo multidisciplinar en el que se da apoyo a esta política técnica de suscripción a las compañías, trabajando directamente con sus clientes en aspectos técnicos, obteniendo resultados muy avanzados para el mercado y muy competitivos en precio y capacidades.
El aumento en la calidad general del riesgo y la estabilización de las tarifas ha creado un nuevo contexto de negociación en el que las empresas del sector minero pueden lograr condiciones de renovación más favorables si consiguen diferenciarse y gestionar los riesgos de forma inteligente y estratégica. Para ello, nuestros expertos recomiendan:
En definitiva, las tendencias positivas y los desafíos propios del sector, sumados a la corriente global de inflación, la importancia creciente de los factores ESG y la evolución de las exposiciones del sector minero han creado un contexto incierto en el que el mercado se va a ir ajustando. Seguir las tendencias de cerca y trabajar de la mano del sector asegurador es clave para mitigar los riesgos y aprovechar las oportunidades que puedan surgir.