Hace más de una década que nació Fintonic. La plataforma de gestión de finanzas es considerada la primera fintech fundada en España. Desde entonces, el sector de las empresas que se apoya en la tecnología para abrir nuevas oportunidades en el mundo financiero ha cambiado mucho. Tanto, que se ha creado un marco regulatorio específico para ellas, un marco en el que el sandbox financiero es una pieza fundamental.
Según el FinTech Map Spain 2021 de Finnovating, hoy operan en España más de 650 empresas dentro del sector en auge de las fintech. Todas están sujetas a la normativa fijada en la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, para la transformación digital del sistema financiero. La principal novedad que introduce esta normativa es la creación de un entorno seguro de pruebas, también llamado sandbox.
El sandbox financiero no es otra cosa que un espacio controlado de pruebas para las fintechs que forma parte de las medidas de ley para fomentar la innovación financiera en España sin generar riesgos innecesarios para el sistema ni para los usuarios. Tal como lo define el Banco de España, el sandbox se caracteriza “por ser un espacio seguro en el que probar los proyectos que supongan una innovación financiera de base tecnológica aplicable en el sistema financiero y en el que los riesgos para el sistema financiero y los participantes han sido mitigados o minimizados”.
De acuerdo siempre con la autoridad bancaria española, los tres grandes objetivos del sandbox financiero son:
Las empresas que quieran acceder a este espacio controlado de pruebas deben cumplir tres requisitos, tal como recoge el artículo 5 de la ley. Los proyectos deben estar avanzados, ser funcionales y aportar una innovación tecnológica, los proyectos tendrán el potencial de añadir valor a los usuarios, a la eficiencia del mercado o al cumplimiento normativa, y también se tendrá en cuenta por parte de las autoridades supervisoras el impacto potencial del proyecto en la totalidad del sistema financiero.
El sandbox financiero está coordinado por la Secretaria General del Tesoro y Financiación Internacional (SGTFI). Además, la comisión de coordinación cuenta con representantes del Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Entre todas, gestionan el funcionamiento del sandbox, que se divide en tres grandes fases:
La secretaría general del Tesoro y Financiación Internacional acaba de completar la tercera convocatoria del espacio seguro de pruebas, para la que han sido escogidos tres proyectos de fintech para participar en el sandbox financiero en España. En total, han sido aceptados casi una treintena de proyectos desde que empezó a funcionar el sandbox en 2021. Si bien este espacio de pruebas tiene ventajas para el consumidor y el sistema financiero en general, también tiene una serie de beneficios claros para las fintech.
El sandbox financiero es una herramienta que las fintechs llevaban tiempo demandando en España y que permite conjugar innovación y protección de los usuarios, asegura un encaje adecuado en el sistema financiero y aporta un marco de seguridad legal para las empresas emergentes en el mundo de las finanzas.