El año pasado se despidió con buenos números para el sector turístico. Aunque todavía no se han alcanzado los niveles de actividad previos a la pandemia, las cifras en España y en el mundo marcan el camino claro de la recuperación de esta industria. Con los datos definitivos en la mano, la Organización Mundial del Turismo señala que en 2022 se recuperó el 66 % de la actividad de 2019 a nivel global, una cifra que supera el 80 % en Europa. En lo que va de 2023, los niveles han superado ya el 80 % en todo el mundo.
En España, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que 71,6 millones de turistas visitaron España en 2022, un 129 % más que 2021. Tras un año satisfactorio, la pregunta ahora es cómo avanzará la recuperación del turismo en 2023 y, sobre todo, cómo será el sector que emerja definitivamente de la pandemia. En este futuro, la digitalización y la sostenibilidad tendrán mucho que decir.
Hablar del futuro es siempre complicado, pero cuando se trata de analizar las tendencias que marcarán 2023 para el sector turístico hay dos elementos que serán, claramente, protagonistas: la digitalización y la sostenibilidad. La mejora de la experiencia del cliente de la mano de la personalización o el auge de los viajes que combinan turismo y trabajo o negocios son otras de las tendencias que ganarán peso durante este año, pero todos los expertos coinciden que, más allá de los detalles, el futuro del sector es digital, sostenible y resiliente.
Durante los últimos años, la digitalización ha dejado de ser algo claramente delimitado para convertirse en una fuerza transformadora que lo abarca todo. Hablar de la digitalización del turismo es hablar de tecnología, pero también de experiencia del cliente, de eficiencia o de seguridad. Estas son las tendencias digitales más destacadas que se esperan el sector turístico en 2023, algunas de las cuales ya forman parte del presente de las compañías líderes del sector:
Un número cada vez mayor de personas es consciente del impacto que sus decisiones tienen en su entorno y en las demás personas. Muchos consumidores buscan reducir su impacto negativo en el medioambiente y en la sociedad y están incorporando también esos cambios a la forma en que viajan. Más allá de lo que busque el cliente, las propias empresas del sector también están tomándose en serio la sostenibilidad, siguiendo el camino marcado por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados en 2015 por todos los países del mundo en el seno de la ONU. De hecho, muchas de las tendencias que se presentan claves para 2023 ya forman parte de las prioridades de algunas empresas de la industria:
La preocupante falta de profesionales que sufre el sector desde la pandemia, en particular, en el ámbito de la hostelería y la restauración, es uno de los grandes riesgos y desafíos en el futuro cercano. La tendencia se está convirtiendo en un verdadero problema estructural que obliga a afrontar una transformación importante, un cambio de cultura, de horarios y de franjas salariales que permita recuperar el sentimiento de orgullo y de pertenencia a uno de los sectores clave para la economía del país y con claras perspectivas de futuro. Mantener a las plantillas y captar nuevo talento es fundamental.
La digitalización y la sostenibilidad son dos de las grandes palancas que están marcando la transformación del sector turístico tras la pandemia. Son dos de los ejes clave para construir un sector que se adapte con agilidad a los cambios del mercado y a las nuevas demandas de los consumidores y contribuya a un mundo en el que las actividades del presente no pongan en riesgo los recursos del futuro.
Afrontar con garantías esta transformación requiere apoyarse en organizaciones expertas. Los cambios no deben producirse porque sí, sino con un sentido estratégico. Para ello, un primer paso clave es no moverse a ciegas y medir el impacto de todas las decisiones que se toman, para así poder valorarlas de forma objetiva y científica. El volumen de datos disponibles es cada vez mayor, lo que permite que la propia toma de decisiones se base en información real y no en simples intuiciones o percepciones sesgadas.
Por otro lado, tanto la digitalización como la sostenibilidad deben trabajarse desde un enfoque planificado y estratégico. Al fin y al cabo, no se trata solo de lograr objetivos a corto plazo, sino de asegurar que la actividad se mantiene en el futuro. En este sentido, la Estrategia de Turismo Sostenible de España 2030 marca una serie de líneas claras a tener en cuenta para lograr la sostenibilidad del sector: crecimiento socio económico y competitividad de la mano de la transformación digital, preservación de los valores naturales y culturales, beneficio social, aumento de la participación y adaptación ágil a los cambios y resiliencia.
Avanzar hacia un turismo más responsable y sostenible, apalancándose en la digitalización como respuesta a la demanda de los nuevos clientes, conseguirá reforzar y transformar la industria, pero también significará ser más eficientes, optimizar costes, generar nuevas vías de negocio y, en definitiva, asegurar que el turismo siga siendo uno de los motores económicos a nivel mundial.