La gestión estratégica de los planes de compensación y beneficios con el objetivo de atraer y fidelizar a los trabajadores se ha convertido en un importante factor diferenciador para las empresas.
Los modelos clásicos de retribución están quedándose obsoletos. Por ello, adecuar es trategias de beneficios en el actual panorama laboral, donde ya es una realidad la convivencia de distintas generaciones en una misma organización (tradicionalistas, Baby Boomer, Generación X, los Y o Millenials e incluso los Z,) es crucial para generar engagement o compromiso con la organización y evitar la pérdida de talento y la rotación.
Hoy cada vez más, las empresas trabajan no sólo en satisfacer objetivos puramente económicos, sino en ser atractivas para el mercado laboral. Parte de esos atractivos son, sin duda, los beneficios que ofrecen a los trabajadores. Estos beneficios sociales pueden marcar la diferencia al establecer un vínculo afectivo con el trabajador. Es lo que ya se conoce como el salario emocional, o conjunto de recompensas o beneficios intangibles que apuntan al bienestar de las personas.
Hablamos de políticas organizacionales y prácticas, “que equilibran” la vida profesional con el espacio personal, generando un impacto emocional y de pertenencia en los empleados.
Implantar estas políticas o prácticas que forman parte del salario emocional contribuye a:
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