Trabajar, ahorrar lo máximo posible y retirarse mucho antes de alcanzar la edad de jubilación habitual para dedicarse a lo que uno quiera sin las ataduras de una jornada laboral. Esa es la máxima del movimiento FIRE en España y en el resto del mundo, las siglas en inglés de independencia financiera y retiro temprano, un movimiento que ha cobrado fuerza en los países anglosajones y, sobre todo, en Estados Unidos. Aunque quizá sus objetivos sean inalcanzables para muchos, el movimiento FIRE contiene una serie de claves que pueden aplicarse al ahorro de cara a la jubilación.
Las ideas que sustentan el movimiento FIRE nacen de un contexto muy específico, de las experiencias vitales y profesionales de las generaciones que alcanzaron la mayoría de edad a partir del año 2000. Según lo define el 1919 Investment Councel, en el origen del movimiento FIRE existen una serie de realidades claras.
Como señala en este artículo el The Wall Street Journal, las primeras ideas fundacionales del movimiento FIRE se encuentran en los libros Your Money or Your Life, escrito por Vicki Robin y Joe Dominguez en 1992, y Early Retirmente Extreme, escrito por Jacob Lund Fisker casi dos décadas más tarde. Sin embargo, habría que esperar hasta la década que estamos a punto de cerrar para que el movimiento ganase fuerza.
“Como su propio nombre sugiere, el objetivo de FIRE es lograr una independencia financiera sostenibles más pronto que tarde, para sí poder retirarse y disfrutar de una vida con libertad de decisión plena, con pocos compromisos y obligaciones”, señala la firma estadounidense de asesores. El movimiento se basa en la asunción de que la mayoría de las personas pueden ahorrar más de lo que lo hacen (una asunción que le ha valido importantes críticas) y de que la inversión adecuada puede revalorizar dichos ahorros y convertirlos en una fuente de ingresos estable.
“El objetivo FIRE es lograr jubilarse cuanto antes. Tener tiempo libre para disfrutar de las cosas que realmente nos llenan en la vida, como la familia, hacer deporte, dedicarnos a los hobbies y llevar una existencia plena y completa. Esto incluso podría incluir trabajar a tiempo parcial o en un proyecto motivante: la libertad financiera permite trabajar, pero con la ventaja de no estar obligado a hacerlo, puntualiza Alejandro Nieto, uno de los evangelizadores de FIRE en España, en este artículo publicado en Xataka. Pero, ¿cómo conseguirlo?
El movimiento FIRE puede no ser para todo el mundo ni todas las situaciones económicas, pero sí refleja una filosofía de gasto y ahorro que puede ser muy útil a la hora de planificar el ahorro para la jubilación. Para llegar a los 40 o 50 años con la vida solucionada se hace necesaria una planificación del ahorro temprana, que incluya el control estricto del gasto y la inversión de los ahorros para lograr que se revaloricen.
Así, el primer paso es controlar el gasto y lograr ahorrar. Es evidente que cuanto mayor sea el ahorro, antes se podrán alcanzar los objetivos marcados. Se puede empezar por analizar en detalle gastos e ingresos, reducir al mínimo los primeros e intentar maximizar los segundos. Para marcar los objetivos de ahorro, es fundamental calcular cuánto dinero se hará necesario una vez que se supriman los ingresos por rentas del trabajo.
De esta manera, según refleja esta guía elaborada por CNN Money, ahorrando el 10% de la renta anual e invirtiéndolo correctamente se tardará nueve años en ahorrar lo suficiente como para vivir un año. Ahorrando el 25%, se tardará tres años; y ahorrando un 50%, un año. Así, los defensores del movimiento FIRE en España estiman que para asegurar un retiro temprano se debe ahorrar entre el 25% y el 50% de la renta.
Una vez establecidos los objetivos de ahorro y la estrategia para alcanzarlos, llega la hora de abordar el segundo pilar de la estrategia FIRE: la inversión. Para hacer frente a la inflación se hace necesario maximizar los ahorros y aumentar su valor. Existen para ello diferentes formas de invertir que van en función del perfil de cada ahorrador/inversor. Antes de decantarse por alguna, conviene asesorarse con una entidad financiera o aseguradora de confianza.
Al igual que sucede con los planes de pensiones, es recomendable invertir con un perfil de riesgo elevado en las etapas más tempranas de ahorro e ir reduciéndolo a medida que pasa el tiempo. Una vez alcanzado el objetivo de retirarse, es recomendable mantener un perfil inversor de riesgo bajo, para no arriesgar todos los ahorros.
Por último, el movimiento FIRE es defensor de la llamada regla del 4%, una regla que podemos poner en práctica también con los ahorros para la jubilación. Consiste en nunca retirar anualmente más de un 4% de lo invertido para lograr que el dinero no se agote y siga generando valor.
En definitiva, aunque pueda parecer lejano a la realidad de ciertos tipos de hogares, el movimiento FIRE en España esconde una serie de claves fácilmente trasladables a cualquier estrategia de ahorro a largo plazo: establecer un porcentaje de ahorro periódico y disciplinado y confiar en instrumentos de inversión para maximizar dicho ahorro.