De julio a diciembre de 2023
Bienvenidos a la última edición de la Revista de Catástrofes Naturales de WTW, una publicación bianual que aporta las percepciones de nuestros expertos, incluida la Red de Investigación de WTW, para examinar las recientes catástrofes naturales, las lecciones aprendidas y las tendencias emergentes. Ofreciendo una forma más inteligente de afrontar el riesgo, este informe va más allá de las cifras para ofrecer nuevas perspectivas que ayuden en la gestión del riesgo de catástrofes naturales y la resiliencia en múltiples sectores.
Esta edición profundiza en los factores físicos, de vulnerabilidad y socioeconómicos que contribuyeron a las mayores catástrofes naturales del segundo semestre de 2023 (Figura 1) y examina los temas generales del año. También ofrece una perspectiva para principios de 2024, centrándose en el actual fenómeno de El Niño en el Pacífico y en las predicciones de tormentas de viento invernales para la región europea del Atlántico Norte.
A finales de 2023, las repercusiones económicas y sociales de los riesgos “secundarios” se convirtieron en el centro de atención de los especialistas en gestión de riesgos tras un año dominado por las tormentas de convección severas (SCS), los incendios forestales, las sequías y las inundaciones. En Estados Unidos, las aseguradoras sufrieron el año de SCS más costoso jamás registrado, con un total de siniestros superior a 50.000 millones de dólares. Mientras tanto, en el segundo semestre de 2023, Hawái fue testigo del incendio forestal más mortal de su historia reciente, el cuál cobró más de 100 vidas.
En Europa, el norte de Italia sufrió una tormenta de granizo sin precedentes, y algunos países -como Portugal, España, Italia y Grecia- se vieron afectados por graves incendios forestales. El Canal de Panamá sufrió la peor sequía desde su apertura en 1914, lo que provocó importantes interrupciones en el transporte marítimo mundial. Y las inundaciones causaron destrozos en todo el mundo, destacando las de Eslovenia, Nueva York, Hong Kong y Pekín. La tormenta Daniel, en particular, provocó grandes inundaciones en la región mediterránea, que culminaron con la catastrófica rotura de una presa en Derna (Libia).
Más allá de los daños económicos, las numerosas catástrofes de 2023 pusieron de manifiesto la necesidad de un enfoque proactivo en la identificación, mitigación y adaptación a los riesgos. En un mundo cada vez más moldeado por el envejecimiento de las infraestructuras, el cambio climático y el crecimiento urbano hacia zonas propensas al riesgo, nos enfrentamos ahora a catástrofes que no se preveían o se consideraban improbables hace tan solo unas décadas. Esta situación cambiante exige un giro que no se limite a reconocer una amplia gama de riesgos, algunos de los cuales podrían haberse desestimado o infravalorado anteriormente, sino que nos obligue a prepararnos activamente para ellos.
Una forma en que los administradores de riesgos pueden abordar este desafío es examinando cómo los acontecimientos históricos podrían haber dado lugar a resultados peores, también conocido como análisis contrafactual descendente[2]. Por ejemplo, en 2018, Hawái experimentó incendios forestales muy similares a los de 2023 que afectaron a Maui Occidental (Sección 2.3). Aunque los incendios de 2018 fueron de menor gravedad, explorar cómo podrían haberse intensificado podría haber preparado mejor a los administradores de riesgos para los incendios forestales significativamente más destructivos de 2023. Del mismo modo, un trabajo de investigación de 2022 sobre las inundaciones históricas en Libia advertía de que la repetición de un acontecimiento importante, como las devastadoras inundaciones de 1959, podría provocar la rotura de una presa en Derna[3]. A pesar de esta predicción, no se hizo caso de las advertencias y el riesgo previsto se materializó tras la tormenta Daniel en 2023 (Sección 2.9).
Nunca se insistirá lo suficiente en la importancia de este pronóstico, sobre todo si se tiene en cuenta que los datos históricos por sí solos no reflejan todos los riesgos potenciales que entrañan las amenazas naturales poco frecuentes. Examinando escenarios hipotéticos, las organizaciones y los gobiernos pueden comprender mejor las vulnerabilidades potenciales y desarrollar estrategias para un futuro más resiliente.
Según el Servicio de Cambio Climático Copérnico de la UE, la temperatura media mundial se elevó hasta 1,48 °C por encima del promedio preindustrial (1850-1900) en 2023, superando el récord anterior de 1,25 °C alcanzado conjuntamente en 2016 y 2020[4] La magnitud del calentamiento quedó patente cuando siete meses del año registraron las temperaturas más altas jamás registradas. Los océanos también experimentaron un calentamiento excepcional, con temperaturas globales de la superficie del mar (TSM) en máximos mensuales récord de abril a diciembre, especialmente en el Atlántico Norte oriental, el Golfo de México, el Caribe y amplias zonas del Océano Austral. Por su parte, el hielo marino antártico registró su menor extensión máxima en la era de los satélites (Sección 2.13).
Estos récords sirvieron de telón de fondo a la 28ª Conferencia de las Partes (COP) celebrada en Dubái, donde un nuevo acuerdo mundial sentó las bases para una transición que abandone los combustibles fósiles e incluyó importantes compromisos para triplicar la capacidad de las energías renovables y duplicar la eficiencia energética de aquí a 2030. A pesar de estos esfuerzos, la Agencia Internacional de la Energía señaló que la trayectoria actual sugiere que el objetivo de 1,5 °C del Acuerdo de París será difícil de alcanzar[5].
En 2023, las pérdidas mundiales aseguradas superaron los 100.000 millones de dólares por cuarto año consecutivo, una vez ajustadas a la inflación. Como en años anteriores, el mundo se enfrentó a un considerable déficit de protección, con pérdidas económicas totales que superaron los 350.000 millones de dólares. Un año con más de 100.000 millones de dólares de daños asegurados es ahora más una norma que una aberración, reflejo del crecimiento de los riesgos y de la inflación. Las pérdidas por riesgos secundarios, principalmente tormentas de convección severas en EE.UU. y Europa contribuyeron sustancialmente a los siniestros de seguros del año, subrayando su creciente influencia. En la sección 2.1, Cameron Rye, de WTW, repasa los daños récord causados por las SCS en Estados Unidos, subrayando la necesidad de que los administradores de riesgos redefinan las expectativas de un año “promedio” para este riesgo en la década de 2020. En la sección 2.2, un artículo de Michael Kunz y Jannick Fischer, del Instituto de Tecnología de Karlsruhe, examina el gigantesco granizo caído en julio en el norte de Italia desde el punto de vista del cambio climático.
El Atlántico Norte se convirtió en el centro de los debates en 2023 debido al choque entre unas TSM excepcionalmente cálidas - típicamente catalizadoras de una mayor actividad ciclónica - y la presencia de El Niño, históricamente asociado a la supresión de las tormentas. En la sección 2.6, James Done, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, analiza la temporada, marcada por muchas tormentas, pero pocas llegadas a tierra. Analiza las razones de las TSM cálidas y se pregunta si el cambio climático está alterando la relación histórica entre el ENOS y los ciclones tropicales. En la sección 2.7, la atención se centra en el Pacífico norte, donde Jessica Boyd, de WTW, analiza la actividad ciclónica tropical del océano en 2023, marcada por dos tormentas especialmente dañinas, Doksuri y Otis, que experimentaron una rápida intensificación antes de tocar tierra.
Como en años anteriores, 2023 suscitó debates sobre la preparación ante las catástrofes, la respuesta a las emergencias y la resiliencia. En la sección 2.3, Daniel Bannister, de WTW, repasa los principales incendios forestales del año, destacando cómo las acciones humanas y las decisiones de la sociedad desempeñaron un papel significativo en la gravedad de varias catástrofes, incluidos los mortales incendios de Hawái. Las inundaciones también plantearon interrogantes, sobre todo en relación con la preparación de las zonas urbanas para gestionar los riesgos de crecidas repentinas en un mundo más cálido. En la sección 2.10, un artículo dirigido por Neil Gunn, de WTW, y Chris Kilby, de la Universidad de Newcastle, examina las inundaciones de Nueva York y Hong Kong, mostrando las ventajas de un diseño urbano resistente y de la modelización de alta resolución.
Se espera que El Niño continúe hasta 2024. En la sección 3.1, Scott St. George, de WTW, analiza sus implicaciones para los patrones meteorológicos globales, centrándose en el abastecimiento regional de agua y la producción de energías renovables. Este fenómeno puede alterar significativamente las precipitaciones, provocando potencialmente sequías o inundaciones, con el consiguiente impacto en la disponibilidad de agua. Al mismo tiempo, las fuentes de energía renovables pueden verse afectadas. Por ejemplo, los cambios en los patrones meteorológicos podrían reducir la generación de energía eólica en algunas partes del mundo. Reconocer estos cambios y adaptarse a ellos es crucial para una gestión eficaz de los recursos hídricos y para garantizar una producción constante de energías renovables durante la influencia de El Niño.
En medio de los récords meteorológicos y climáticos de 2023, no hay que olvidar los devastadores terremotos de Kahramanmaraş, en Turquía, en febrero (Revista de Catástrofes Naturales H1 de WTW) y el seísmo de Mw 6,8 en Marrakech, Marruecos, en septiembre. En la sección 2.12, Ross Stein y sus coautores de Temblor analizan el seísmo de Marruecos, destacando la rareza del suceso, que se produjo en una zona remota de las montañas del Atlas. Otro riesgo geológico que saltó a los titulares en 2023 fueron los disturbios volcánicos de Campi Flegrei, cerca de Nápoles (Italia). En la sección 3.3, James Dalziel, de WTW, analiza la ciencia que hay detrás de los titulares, incluidas la probabilidad y las consecuencias de una erupción de este supervolcán.
En este episodio de Riesgos 360º Rafael Montoya nos explica cómo las soluciones paramétricas nos permiten cuantificar y protegernos mejor del riesgo climático
Un análisis colaborativo entre nuestros expertos WTW en conjunto con instituciones de investigación arrojan los resultados de la última revisión de catástrofes naturales WTW (enero – junio de 2023).
